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Gavarrino: “Ya sea el mercado de la exportación o la industria local, cuando hay calidad se paga”

Gabriel Gavarrino, es integrante del Laboratorio de Análisis de Calidad de trigo de la Cámara Arbitral de Cereales de Buenos Aires y en diálogo con ‘Inta en la Radio’ se refirió a la calidad de los granos en el territorio bonaerense.

“En líneas generales ahondando en lo importante de la calidad, en la Provincia de Buenos Aires tenemos un trigo sí o sí Grado 2 con muchas puntas en Grado 1, significa que algunos partidos se destacaron en tener un PH más elevado de lo normal y una proteína base 13,5 por arriba del status”, señaló Gavarrino en principio.

Y destacó: “Por lo general tenemos un buen trigo para la exportación y un muy buen trigo para la industria local”.

“Lo importante de saber la calidad en cuanto a aquello que se tiene almacenado en el campo o en el propio acopio, es realmente conocer cuál es la mercadería y cuál es el mejor nicho para esa mercadería”, puntualizó.

Asimismo, precisó: “Muchas veces nos encontramos analizando muestras en los puertos tanto de Lima como de Las Palmas, el propio puerto de Quequén donde trabajamos con los tres elevadores que se está entregando una mercadería de trigo condiciones cámara que en ocasiones es muy superior arriba de 11,5 de proteína, base 13,5, o que tiene 81 de PH y es un trigo para la industria nacional de excelencia”.

“Lo primero que hace el productor es cuantificar el rinde y muchas veces se queda sin saber lo que tiene. De hecho, en los relevamientos que venimos haciendo, desde hace unos cuantos años, en provincia no tienen el éxito que se pretende, siempre nos están faltando cantidad de muestras”, consignó.

E indicó: “Ya sea el mercado de la exportación o la industria local cuando hay calidad lo paga. Siempre estamos esperando que nos paguen a nosotros ese diferencial pero sucede que el piso del trigo empieza a subir”.

“Hace tan solo dos campañas atrás el piso del trigo, merced a que había llegado la provincia de Buenos Aires a 10 de promedio de proteína, subió a 175 dólares cuando estaba en 155, ese diferencial de 20 dólares lo pagó Argentina no es que había subido en Chicago el trigo, nos pagan a nosotros los compradores locales e internacionales porque reconocen ese punto”, explicó, y agregó: “Saltamos de 9 puntos de proteína a 10 y ahí está el pago, aunque no lo vemos en nuestro camión porque es el precio pizarra y tiene que valer”.

“Fui productor y muchas veces buscamos el premio extraordinario en nuestros equipos, cuando la calidad sube pareja el premio es general y no lo vemos en el pago puntual de nuestra mercadería aunque sí se elevó el piso”, subrayó, y consideró: “El hecho de no observarlo hace que el productor no participe en esta clase de relevamientos que es gratuito y anónimo”.

“También puede ser que las Cámaras y el propio Ministerio que no llegamos a hacer extensivo todo el comunicado y en un año puntual de pandemia, con dificultad en los transportes para enviar las muestras y de andar, se habrá dificultado un poco más”, esgrimió.

En tal sentido, espetó: “Estamos trabajando junto con la Cámara de Bahía Blanca y en el Ministerio de Desarrollo Agrario buscando para la próxima campaña ver qué podemos hacer y modificar para que este esfuerzo, tanto en lo económico como en lo logístico, pueda encontrar la forma que brinde el resultado pretendido en relación a tener 5 mil muestras mínimamente en la provincia de Buenos Aires”.

“En una medida las entregas que son directamente de cosecha, el productor lleva a los puertos sin saber lo que tiene”, dijo, y amplió: “Cuando hacen una entrega al acopio o a las cooperativas donde ya hay equipamiento, donde por lo menos se le informa al productor que está todo almacenado, entiendo que con la experiencia de trabajo que tienen tanto los acopiadores como los cooperativistas arman una suerte de segregación dentro de las posibilidades de estructura que tiene cada una de las plantas”.

“En ocasiones se pretende que se pueda segregar cada medio punto de proteína o cada kilo de peso hectolítrico pero la situación de estructura de las plantas no lo permiten o si lo permitirían si se paga un sobrecosto que el mercado general todavía no lo acepta. Por lo tanto, segregar es muy difícil”, remarcó.

Por último, sostuvo: “Cuando el productor guarda su mercadería en silobolsa, silo de chapa, de material o cualquier estructura que tenga en su propiedad, que realmente no aproveche un relevamiento gratuito es una lástima porque se puede ir tomando la mercadería a medida que se va ensilando, es muy sencillo”.



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